miércoles, 16 de enero de 2013

La evolución personal y la sutileza

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A través de las propias técnicas y de la incorporación de algunos conceptos se subliman gradualmente hábitos que podrían llegar a considerarse burdos, toscos; haciendo que el practicante se torne más consciente y sutil en su forma de actuar, elementos vinculados a la evolución personal y a la buena educación.

El estilo de vida que propone nuestra filosofía camina en ese sentido. A través de las técnicas, el practicante va desarrollando la conciencia de sí mismo y aprende a ser más sutil al moverse, al sentarse en un sillón, al comer y al elegir su alimento, al hablar e incluso a la forma en que respira.

Por otro lado, cuando esa sutileza es realmente incorporada, trasciende el cuidado propio y se manifiesta también en el cuidado hacia el ambiente y a los demás. El practicante naturalmente se torna más atento, suave y gentil. Aprende a medir las consecuencias de sus actos, más allá de llegar a percibirlas directamente o no.

Desenvuelve un esfuerzo por no hacer cosas que puedan desagradar a los demás. Aprende a recibir críticas constructivas y las utiliza a favor como una herramienta para mejorar. De la misma forma, desarrolla la habilidad de poder expresarse teniendo el cuidado de no lastimar al otro.

Todo eso, en última instancia, es percibido por las personas que componen el círculo de amistades. Y en el mejor de los casos se multiplica a través del ejemplo, haciendo que todo el entorno del practicante mejore.

domingo, 13 de enero de 2013

¿Qué es el prána?

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DeRose Art Company
Es probable que que en algún punto te hayas cruzado con el término prána.
Podrías haberte cruzado con varias definiciones, algunas incluso confusas o no muy claras. Pero, técnicamente hablando ¿qué es el prána?
Según DeRose, en el libro Tratado de Yôga, prána es el nombre con el cual el Yôga designa cualquier tipo de energía manifestada biológicamente.
En sentido genérico, es una síntesis de energía de origen solar, que se encuentra en todas las partes: en el aire, en el agua, en los alimentos, en los organismos vivos. De esa forma, nuestras fuentes de reabastecimiento pránico son el Sol, el aire que respiramos, el aire que toca nuestro cuerpo, el agua que bebemos, los alimentos que ingerimos. Es justamente esa forma de bioenergía que alimenta nuestro cuerpo físico-energético; aquel responsable de que el cuerpo físico-denso tenga vida.
Los niveles de prána (bioenergía) pueden variar en una persona según varios factores: el tipo de alimentación, la actividad física, la respiración.
Uno de los objetivos de nuestra práctica es aumentar sustancialmente esos niveles de energía. Para eso contamos con herramientas técnicas y conceptuales que nos ayudarán no sólo a acumular más fuerza, sino también a aprender a administrar esa fuerza de forma que no se desperdicie. 
Logrando esto, el practicante podrá dedicarse de forma más efectiva y lograr mejor rendimiento en su trabajo, en los deportes y en sus estudios. Y, lo más importante de todo: contará con más fuerza para poder dedicarse a alcanzar la meta de esta filosofía, que es el autoconocimiento.