Dentro de todo el conjunto de técnicas corporales con las que cuenta el Yôga se encuentran las "invertidas".
Estas técnicas se ejecutan siempre al final de la práctica, pues se trata de llevar la sangre que ha sido trabajada hacia la parte superior del cuerpo, especialmente hacia la cabeza.
Los beneficios de estas posiciones son incontables y, aunque no trabajemos con el foco sobre los beneficios, es innegable el efecto que tienen estas posiciones sobre la irrigación cerebral y el buen funcionamiento de todos los órganos internos.
En realidad, eso es poco en comparación a todo lo que el Yôga tiene para ofrecer cuando es asumido con compromiso.
Aquí les dejo ilustradas cuales son esas técnicas y las posiciones que sirven para compensarlas o descansar después de su ejecución y sus nombres.
Existen, de cada una, variaciones que pueden ser ejecutadas según el nivel de destreza de cada quien.
Como consejo práctico, busque cual de todas resulta la más agradable para usted e intente perfeccionarla y conocer otras variaciones, introduciéndola al final de su práctica y siempre permaneciendo un tiempo prudente en ella.
Para conocer todas las variaciones de cada una de las invertidas, visite el "Consultor de Ásanas" de la Uni-Yôga, donde se encuentra la mayor recopilación de técnicas corporales de Yôga de toda la historia.
Recuerde siempre hacerse una evaluación médica antes de empezar su práctica regular de Yôga y practicar con un instructor competente.
Y jamás, jamás, ¡JAMÁS! use la pared como apoyo.
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