sábado, 8 de mayo de 2010

Ashtánga Sádhana, la primera característica

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El SwáSthya, por ser la codificación del Yôga Antiguo, se distingue principalmente por su práctica extremadamente completa, compuesta por ocho modalidades de técnicas.
Esa práctica constituye la primera y principal característica del SwáSthya, y se denomina ashtánga sádhana (ashta: ocho ; anga: partes, extremidades ; sádhana: práctica) , práctica en ocho partes.
Esas "partes" consisten en poderosos haces de técnicas que se potencian entre sí.
A saber, esas ocho partes son:
Mudrá: son los gestos reflexológicos, simbólicos y magnéticos que se hacen con las manos. En la práctica son utilizados como llaves para acceder a determinadas zonas del inconsciente colectivo y predisponernos a estados más sutiles de conciencia.
Pújá: es la técnica que nos permite establecer sintonía con nuestros arquetipos y retribuir los conocimientos que recibimos. Para la tradición oriental el discípulo primero ofrece y, por ley natural, recibe en función de ese empeño.
Mantra: son vocalizaciones de sonidos, que a su vez producen ultrasonidos que ayudan a desesclerosar los conductos o canales por donde circulará la energía. En otras prácticas pueden ser utilizados también como instrumento para concentración.
Pránáyáma: son las técnicas que sirven para captar y expandir la bio-energía en el cuerpo a través de ejercicios respiratorios. En un estado más avanzado, el pránayáma nos enseña a manejar esa energía para conducirla a aquellas zonas que queramos revitalizar.
Kriyá: kriyá se traduce como actividad, y se refiere a actividades que buscan limpiar el cuerpo por dentro y por fuera.
Ásana: es la parte más conocida, pues es la única que puede ser fotografiada o filmada. Consiste en técnicas corporales que promueven un aumento en la vitalidad del practicante y le permite trabajar sobre planos más sutiles como las emociones, el pensamiento y la intuición.
Yôganidrá: es la técnica de descontracción que permite al practicante, a través de un descanso profundo y consciente, penetrar dentro de sí y modificar aquellos hábitos que deseé modificar, desenvolviendo aptitudes que le son innatas.
Samyama: es la técnica más transformadora y consiste en ejercicios de concentración, meditación e hiperconciencia.

Todas estas técnicas componen una práctica fuerte y poderosa que realiza un trabajo multilateral, permitiendo que el practicante se desarrolle y evolucione de manera indefinida y segura.