Piense azul... y descontraigase...

Mucho tiempo atrás, cuando nuestros antepasados aún vivian en los árboles, la relación con los colores era utilitaria: cada color significaba un momento del día, una situación determinada, una advertencia. Como herederos suyos, hoy los colores influyen en nosotros generando el mismo estado que se manifestaba en aquella epoca. Toda esa información está grabada en el inconsciente colectivo de la especie humana, y venimos al mundo con ella, así como llegamos ya con uñas y cabello.

El azul en sus distintas tonalidades era el color que veian al observar el cielo cuando estaban en las copas de los árboles, a salvo. Es talvez por eso que azul y descontracción van de la mano desde aquellos tiempos.

En la memoria de nuestras células quedó registrado cada color con su correspondiente estímulo, como si aquello que pasó hace millones de años fuera un recuerdo semi-inconsciente de nuestra propia infancia.

Mantenga esta relación entre el azul y el relax, utilizando el color como importante  elemento de sus mentalizaciones. Al realizar un yôganidra, la técnica de descontracción del Yôga, vea como el azul penetra sus tejidos, envuelve sus células y le transmite -como hace millones de años- la sensación inugualable de relajarse.

Ahora, sepa algo: jamás, jamás, JAMÁS cometa la ignorancia de pensar que el Yôga es para relajar. El Yôga, en los textos antiguos, fue siempre asociado con fuerza, con poder y energía. Solo una (dígase UNA) de las ocho técnicas que utiliza el SwáSthya Yôga trabaja especificamente la descontracción. Pasa que, como dice el Maestro DeRose "nuestra eficacia en esa área es tan expresiva que se volvió proverbial y el público lego ha pasado a asociar "Yôga" con la habilidad de reducir el stress".

Fuente: Libro "Relax, permanezca despierto y lúcido" de la súper profesora Anahi Flores.