domingo, 29 de junio de 2008

A los viejos amigos...

... algunos que el tiempo y el espacio separó.

Pares de ojos, miles de ellos, me sonreían promesas
de cuya fidelidad muy poco recibes.
En tus ojos ninguna vana promesa vi,
mas fue tanto lo que me diste que jamás olvidaré.
La piedra filosofal de tu amistad convirtió en verdadero oro alquímico
las amarguras generadas por nuestra misión
y fui feliz de tenerte a mi lado.
Pues, gracias a tu mano amiga pude sonreir
cuando el momento era sombrío.
La mayor ofrenda que mi corazón podría esperar
tu la hiciste; fue tu fiel amistad.
Te quiero mucho, por el pasado, por el futuro, por lo que  quiera que nos espere.
-Maestro DeRose. 
Para mis amigos del alma César y Joy.
Gracias a José por ayudarme con la traducción. Tomado del libro "Mensagems do Yôga" del Maestro DeRose.

No hay comentarios: