jueves, 11 de septiembre de 2008

Íshwara pranidhána, la auto-entrega.

Bueno, hay algunos eventos en la vida que simplemente hay que aceptarlos y atravesar por ellos.
Por ejemplo, ayer mi celular se me cayó en la calle y alguien lo encontró.
Estuve en la noche pensando que tenía que hacer algunas llamadas para coordinar unas clases que tenía muy temprano en la mañana y no me sabía esos números. Eso era una preocupación, tenía que cancelar una clase y confirmar otras.
Bueno... iba haciéndome un hueco en el cerebro hasta que me acordé de una de las normas éticas del yôgin: íshwara pranidhána o la auto-entrega.
Es la misma norma que se podría aplicar cuando ya es necesario simplemente entregarse al curso de las cosas; cuando estamos atascados en el tráfico, cuando la lluvia averío el carro, cuando perdemos un ser querido, en fin... siempre que simplemente debamos rendirnos y dejar que las cosas fluyan naturalmente.
La norma dice que el yôgin debe estar siempre interiormente seguro y confiado en que la vida sigue su curso.
Cuando la conciencia está tranquila por haber intentado todo y aun así no haber conseguido el resultado ideal; cuando la persona está literalmente imposibilitada de obtener mejores consecuencias, ese es el momento de entregar el fruto de sus acciones a una voluntad mayor que la suya, cuyos designios muchas veces son incomprensibles.
Bueno, eso fue lo que hice, me entregué al hecho de que ya no iba a poder cambiar las cosas y me dormí muy plácidamente, teniendo sueños muy buenos que no vienen al caso.
Dormí tan bien que descansé más de lo usual y me pude despertar un poco más temprano, pasé por el lugar donde debí cancelar la clase para dejar el mensaje, di las clases que me tocaban dar y hablé con el señor que había encontrado mi celular, que se disponía a llevarlo al lugar donde lo había encontrado para devolverlo.
Güau, ¿ven que aparte de todo, contrario a lo que la mayoría piensa, todavía existe gente de buena voluntad?
Siempre que estemos en ese punto donde debamos rendirnos a ese curso de las cosas, es buenos confiar y acordarnos de esta norma. Igual, es  importante tener siempre en cuenta que la observancia de íshwara pranidhána no debe inducir nunca al fatalismo ni a la displicencia.

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