lunes, 13 de abril de 2009

El cuerpo, las emociones y las estaciones.

Extraído y traducido del libro "Coreografias do SwáSthya Yôga" de Anahí Flores.
Con la llegada de la primavera y del verano, meses más calientes, el instinto hace que los seres humanos queden más extrovertidos. No por nada se dice que la primavera es la estación del amor. La ropa es más ligera, los sentidos son estimulados por los alrededores más coloridos y perfumados. Como el cuerpo está envuelto por menos ropa, el tacto se agudiza y los movimientos se tornan más desprendidos. Use esta época para florecer. Si ya posee un buen nivel técnico en los ásanas, concéntrece para desenvolver la permanencia. El organismo está más propenso a la auto-superación.
Durante el verano es más fácil ganar fuerza, elongación y flexibilidad. Esto acontece porque el cuerpo físico impone menos resistencia, ya que el calor descontrae los músculos y las articulaciones; la fuerza sexual, más presente en esta época, estimula el trabajo corporal.
Al estar sexualmente más vivo y emocionalmente fuerte, el trabajo corporal será agradable y placentero.

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