jueves, 20 de octubre de 2011
miércoles, 19 de octubre de 2011
Oda

lunes, 10 de octubre de 2011
Agenda del mes: Octubre
jueves, 8 de septiembre de 2011
Workshop: Ásana

miércoles, 7 de septiembre de 2011
Uno, dos, tres...

sábado, 3 de septiembre de 2011
Para acompañar: Salsa especiada de tomates

viernes, 2 de septiembre de 2011
Agenda del mes: Septiembre
martes, 30 de agosto de 2011
Satya y el reconocimiento de la libertad propia.

Una de las proscripciones éticas del Yôga es satya, que se refiere a la verdad. Para quien practica y para quien persigue una meta de evolución, este concepto puede ser entendido en más de un sentido.
El hablar o actuar de acuerdo a la verdad, está vinculado directamente con el conocimiento de la libertad propia.
El que se entiende libre reconoce el valor que tiene su palabra. Aquel que actúa de manera ética, impecable, jamás necesitará hacer uso de la inverdad. Recurrir a la mentira sobre algo hecho o dejado de hacer, implica renunciar al coraje y la fuerza propios de quien actúa de manera responsable.
La transparencia de lo hecho y de lo dicho es algo característico de quien actúa sin miedo y con plena consciencia de su libertad.
Ese actuar de acuerdo a la verdad se extiende también, y con mucho más razón, al hablar e incluso al escuchar lo que se declare sobre un tercero.
Quien se preocupa por mantener una interpretación de los hechos más próxima a la realidad, se preocupará por no propiciar un rumor y mucho menos crearlo o dejarlo circular cuando lo escucha de otro.
Con todo, al mantener esa actitud honesta y coherente, el yôgin también se preocupa de no cometer una agresión verbal por falta de tacto. Al hablar, quien alcanzó niveles más avanzados en su práctica tendrá consciencia de las posibles interpretaciones que puedan dársele a sus palabras, para evitar confundir al que escucha, y más aún para evitar que el interlocutor se sienta agredido de cualquier forma.
lunes, 22 de agosto de 2011
Música buena onda: Vanessa Da Mata
miércoles, 17 de agosto de 2011
Música buena onda: SBTRKT
miércoles, 27 de julio de 2011
Nuestra propuesta cultural

jueves, 10 de febrero de 2011
El mar de Pablo Neruda

domingo, 30 de enero de 2011
Una propuesta antigua para gente actual

Cinco mil años después de su origen, una filosofía, un método, o cualquier cosa puede sufrir innumerables deformaciones y adaptaciones. Con el Yôga no fue diferente.
En su origen este método buscaba ampliar la consciencia a través de diversas y poderosas técnicas. En el camino proveía al practicante de mucha energía y un gran desarrollo en la calidad de vida y el bienestar.
Con el paso de los siglos y las sucesivas invasiones que sufrió el territorio que hoy ocupa India, aquella filosofía comenzó a ser adaptada y modificada. Lo que antes era un método que proveía evolución, fuerza, poder, energía, pasó a ser entendido como algo que buscaba “calmar” e incluso curar enfermedades; algo muy distante de su propuesta original.
Por fortuna vivimos en una civilización que, aunque muy profundo, guarda todos los conocimientos que necesita para evolucionar.
Fue así que el Maestro DeRose, en su búsqueda por un Yôga auténtico, dio con él. Era un método perdido que se escondía en las más profundas áreas del inconsciente, un tesoro fascinante, una verdadera filosofía que, sin ningún tipo de pretensiones, promovía un desarrollo y una evolución segura para el Hombre.
Ese Yôga Antiguo, primitivo, arcaico, se conoce hoy con el nombre de SwáSthya, una propuesta cultural que, por su vínculo al arte y la filosofía, es preferido especialmente por un público joven, culto, alegre y descontraído.
Tiene el más amplio arsenal de herramientas. Desde técnicas corporales, hasta ejercicios de concentración y meditación; el SwáSthya busca ampliar la conciencia en todos los sentidos de una manera descontraída y completamente exenta de misticismo.
Navegue en éste blog y descubra el fascinante universo del SwáSthya.
En la foto, el Instr. Pablo Fernández de Sede Nuñez de Método DeRose en Buenos Aires.